Hace unos días, manteniendo una conversación con algunos de mis alumnos más antiguos sobre artes marciales, surgió el comentario “ya no se entrena como antes y los alumnos de hoy no tienen el mismo espíritu de entrenamiento” a lo que les conteste que en parte tenían razón...

El comentario siguiente fue que también es difícil ver hoy día algún alumno que llegue una hora antes a entrenar para practicar su rutina de trabajo. Y es el profesor el que hoy día tiene que estar insistiendo al alumno para que entrene y venga a clase en definitiva se esfuerce más.

Mi respuesta fue, que sólo tendrían que echar un vistazo a la sociedad actual, para descubrir que la actitud mantenida por los estudiantes es un fiel reflejo de ella. Hoy día la sociedad en la que vivimos nos muestra la vida de una forma en la cual tu puedes obtener todo de una forma rápida y fácil sin ningún tipo de compromiso y sin concienciación de nada no importa si lo necesitas o no el caso es conseguirlo.

Hoy todo va demasiado rápido, el trabajo, los estudios, la comida basura, la tve, y así sucesivamente, aceptando que entre en nuestras vidas y en la de nuestras familias, sin entrar a valorar de que forma, nos acepta y influye en los nuestros.

Caer en el tópico de cualquier tiempo pasado fue mejor no creo que sea la mejor forma de afrontar las cosas, pues no hay que investigar mucho para ver, que los tiempos de hoy son una consecuencia de los pasados, con lo cual, no debieron ser tan buenos.

 

Por lo tanto entrar a valorar si lo pasado fue mejor que lo de ahora o viceversa, no es ni inteligente ni práctico.

Deberemos asumir que todo cambia, fluye, eso es una constante en la vida, pero no debemos pensar que será para mejor o peor, simplemente cambia y nosotros deberemos adaptarnos, como el agua se adapta al recipiente que la contiene, asumiendo su forma, y no juzgará, si es para peor o mejor, porque sabe que su estado actual es pasajero.

Así es nuestra vida, pasajera y cambiante, pero deberá de ser labor de cada uno, observar, analizar, aprender, y sacar sus propias experiencias de todo esto. Para poder realizarlo, tendremos la necesidad de enfrentarnos a ello, no con una mente vieja, y desgaste por tópicos y formulas ya establecidas, si no con una mente fresca, libre, nueva, limpia de tópicos, y la única forma de obtenerla, es ser consciente primero, de que la tenemos, y segundo cultivarla.

Esto es lo que te puede ofrecer el camino o la senda de las artes marciales con mayúsculas, tan nombrado, y poco enseñado, porque realmente son pocos los que lo llegan a encontrar. La mayoría de las personas se contentan con la descripción de la senda o camino haciendo muy poco esfuerzo por percibirla directamente, porque para lograr esto se requiere un gran esfuerzo que no se están dispuesto a hacer, pues la ignorancia es muy cómoda.

Una vez que asumes el camino deberá tener lugar una transformación, que a su vez te llevar a una evolución como ser humano, pues no podrá haber evolución sin transformación. Poco a poco se deberá ir comprendiendo la relación que te une a las cosas, a los seres humanos, a tu naturaleza, en definitiva al universo que te rodea.

Pero esa transformación no es cambiar unas ideas por otras, no es hacer algo respecto a alguna cosa, si no que, deberá ser mediante la observación y la comprensión, porque la verdadera transformación es ver la verdad y lo falso en cada uno de sus contextos.

Así que cuando pensemos que ya no se entrena como antes ni las cosas nos parecen iguales, no caigamos en el error de juzgarlas porque ¿no será que hemos elegido recorrer un camino sin darnos cuenta?.

COMIENZA TU CAMINO DE TRANSFORMACIÓN
“La transformación no se da en el futuro, nunca puede estar en el futuro. Únicamente puede ser ahora, de momento a momento.”
-Krishnamurti- .